¿Sabés de que Linaje provenís? Venís de un linaje de campeones. Podemos hacernos una comparación a los caballos de carrera que son campeones purasangre, que cuando nacen quizás se los ve que les cuesta mantenerse parados, que tienen sus ojos nublados, pero en su interior, en su sangre, el es un potrillo que lleva el legado de los genes de campeones.
Dios nos ve de la misma manera. El aspecto exterior de lo que somos, es lo de menos, porque no importa de que color sea tu piel, o cuantas debilidades o defectos poseas, tenés que saber que posees el ADN de Dios y por ello provenís de una muy buena línea de campeones.
¿Querés conocerlos? Entre ellos, está:
- Moisés abrió el mar en dos, eso quiere decir que hay mucha fe en tu sangre.
- David, un pastor de ovejas, derrotó a Goliat con una sola piedra, llevás valentía en tu sangre.
- Sansón, derribó un edificio, hay fuerza sobrenatural en tu sangre.
- Daniel estuvo una noche con leones y no tuvo ni un rasguño, la protección divina fluye en tus venas.
Entre otros.
¿Ahora lo entendés? Venís de una línea de campeones, por lo tanto no sos común, sos un purasangre. No importa cual sea la circunstancia que estés pasando hoy, tenés que saber que en tu interior fluye la sangre de un campeón.
Para eso, es necesario que dejes de pensar en tus defectos y en tus debilidades para así poder obtener una visión más grande de tu vida.
David decía "Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas" (Salmos 139:16)
Esto quiere decir, que podés tener 20, 30, 40 o 50 años, pero Dios estuvo obrando en tu vida durante mucho tiempo, porque él ya te tenía planeado/a antes de que nacieras.
Así que, sos de gran valor, no sos común, porque provenís de un linaje de campeones. Tu destino está marcado por Dios, y ese destino consiste en alcanzar la Victoria, sos un vencedor, asi que comenzá a dejar tus huellas en esta generación.
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