Semillas de Grandeza

2° Corintios 4:7-9, 16-18

Dios no se dió por vencido contigo. A pesar de todas las circunstancias que tengas que pasar en esta vida, todavía algo tenés para ofrecer que nadie más tiene. Lo que tenés para dar es tu potencial, que se fue construyendo a través de los sueños y deseos nobles que Dios puso en tu corazón. Pero muchas veces dejamos que las adversidades y dificultades nos tiren abajo y vemos que ya no avanzamos como antes. No creemos que vamos a poder alcanzar algo más alto en nuestra vida.

Es fácil que te preguntes ¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Qué fue lo que hice para que me pase?. Lamentablemente, nuestro enemigo (el diablo) sabe cual es nuestro potencial, así que él se encarga de hacer todo lo posible para evitar que la semilla germine. El no quiere que crezcas!!! No quiere que alcances tus sueños, porque a él le interesa que te mantengas en una vida promedio, mediocre!

Pero quiero decirte que Dios, no creo a ninguna persona sin poner dentro de ella una semilla de grandeza, quizás en tu vida las dificultades o desilusiones intentaron aplastarte y desde el punto de vista humano no ves la forma de volver a levantarte, y es en ese momento, en ese preciso momento cuando debés confiar y creer en lo que Dios dice de tí: Eres hijo/a del Dios Altísimo; él es quien te llena de su poder y te da el potencial para que te levantes como poderoso gigante y seas todo lo que Dios dice que sos, aquello para lo cual te creo!!!

Pablo le dijo a Timoteo: No descuides el don que hay en tí. De la misma manera, tú tienes que cuidar el don que hay en tí, tus talentos, tus sueños, tu potencial.

Quizás hoy, estás leyendo esto y todas las cualidades y características que tenés están bajo tierra por situaciones de depresión, desaliento, opiniones negativas de los demás, debilidades, defectos, temores. Aún así, quiero que comprendas que las cosas buenas que Dios puso en tí todavía se mantienen en el mismo lugar (en tí), solo es necesario que pongas tu parte y comiences a trabajar para que ellas salgan a relucir.

Eres una semilla de grandeza, eres hijo/a del Rey y eso implica que nadie te puede detener, porque antes de nacer Dios te coronó como campeón!.