jueves, 20 de agosto de 2009

Extendiendo mis pensamientos (Parte 2)


La Biblia nos enseña que llevamos dentro de nosotros un valioso tesoro. Eso quiere decir que cada persona tiene un don, un regalo; algo que ofrecer. Nadie más tiene lo que tu posees en tu interior, y eso te hace ser una persona con un gran propósito para Dios. No apareciste aquí en la tierra por accidente, Dios te vió antes de que te formara en el vientre de tu madre y te puso en el lugar en el que estás por alguna razón. Tenés una misión. Alguien necesita de lo que tu tienes. Por lo tanto, no vivas sin descubrir ese tesoro y no mueras con ese tesoro dentro de tí. Seguí adelante, para que de esa forma tus sueños y deseos que Dios puso en tu corazón salgan adelante.

Tal ves, sos una persona que ya intentaste alcanzar el éxito, pero el único resultado que alcanzaste fue darte contra la pared, una y otra vez. Mi consejo es: Volvé a intentarlo.

Hay mucha gente que se conforma con mucho menos de lo mejor que Dios tiene para sus vidas. Y se desalientan, y en algunas veces: se conforman. Eso sucede porque muchas veces no llegan a entender lo que tienen dentro de sus corazones (sueños, objetivos, etc). No logran ver ni entender el potencial que Dios les dió.

También existen aquellas personas que las experiencias del pasado les impide avanzar. Es posible que un amigo, un familiar, un compañero de trabajo o de estudios te haya dicho "¿Crees que vas a poder hacerlo? ¿Y si no funciona, que vas a hacer?." Esas palabras negativas pueden perseguirte y hundir tu progreso, pero es necesario que comprendas que ninguna de esas afirmaciones va a cambiar el potencial que está dentro de tí. Tu potencial va a seguir en el mismo lugar. No permitas que te convenza de no aprovechar lo que Dios te dió, de no hacer lo que Dios quiere que hagas.

No permitas que las palabras negativas se conviertan en un disco rayado en tu cabeza, porque sino lo que vas a terminar haciendo es construir una fortaleza.

Si todo el tiempo pensaste cosas negativas, tu autoestima, la falta de confianza y la inferioridad en tí van a salir ganando. Así que desde hoy, echa tus hombros hacia atrás, sonreí y busca oportunidades que te permitan extenderte hacia el siguiente nivel de bendición en tu vida.

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