jueves, 4 de febrero de 2010

¿Que andás haciendo con tu vida?




Romanos 8:37 dice "Te he hecho para vencer en todo".

Cuando una persona va a viajar, necesita tener ciertas cosas para poder tener un buen viaje. Para ese viaje, seguramente se necesita de un destino, y además de un destino, un plan bien elaborado para llegar a ese destino. Esa es la única manera de viajar, cualquier otra cosa es un paseo. Sin un destino, uno no está viajando, solamente está paseando, sin un plan tampoco está viajando...sigue paseando.
Los campeones viajan, otros sólo pasean. Los campeones saben lo que quieren lograr en la vida y van tras ello con todas sus fuerzas, otros sólo esperan que algo bueno les pase y que algún día logren llegar a un destino.
Muchas personas viven una vida sin un destino, tan sólo andan paseando por este mundo. Nacen en un hospital, pasean por la vida setenta, ochenta o tal vez noventa años, y después regresan al mismo hospital para morir. Pasearon, se pelearon, se ensuciaron, pero realmente no llegan a ningun lado.
Los campeones son diferentes. Un campeón ubica su destino temprano en la vida, forma un plan para poder llegar a él, y pasa el resto de su vida VIAJANDO rumbo a ese destino.
Su imagen anterior le ayuda a viajar confiadamente, sabiendo que Dios lo ha hecho un campeón y que tiene un gran propósito en la vida. No viaja solo, tiene grandes amigos y se multiplica en la gente que viaja con él. Su pasión por Dios y por dejar huella en su generación, consumen su ser y le llevan a elegir una pareja con esa misma pasión. El campeón ve la obediencia a Dios como un deber, no una opción, lo cual lo mantiene en humildad, reconociendo su necesidad de depender de Él y de otros para poder llegar a su destino.
¡No hagas de tu vida un paseo! ¡Viaja rumbo al destino que Dios tiene para ti!
¡Toma la decisión de ser hoy el CAMPEÓN que Dios te destinó a ser!

Adaptado de un libro de Juan Vereecken

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