Salmos 139:16 dice "Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas".
¿Tú sabes que todos los días ya se han escrito? Dios ya registró cada parte de tu vida desde el principio hasta el fin. El conoce más que nosotros cada decepción que nos toca pasar, cada pérdida que tenemos que soportar y cada desafío que tenemos que afrontar. La buena noticia es que aunque hayas tenido algunos problemas, a pesar de que te hayas enfrentado algunos contratiempos, tu historia termina en victoria. Tu capítulo final concluye con el cumplimiento del destino que fue dado por Dios para que puedas experimentar una restauración eterna.
Cada vez que te enfrentes a una decepción en la vida o pases por una derrota, quiero que recuerdes que hay otro capítulo frente a ti. No puedes quedarte estancado en esa página, sino que tienes que seguirá delante. En lugar de centrarte en lo que no funcionó, preguntarte del por qué varias cosas no se dieron como uno la quería, o por qué no conseguimos un trabajo para vivir mejor, centralízate en el futuro. Deja ir el pasado y sigue adelante porque tu historia termina con la victoria, y Dios restaurará todo lo que se te ha robado en esta vida.
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